M. Menéndez Pelayo, Prólogo a José M.ª de Pereda, Obras completas, t. 1, Madrid, M. Tello, 1884. (Recogido en Estudios y discursos de crítica histórica y literaria, Santander, CSIC, 1941, t. 6, p. 370). (N. del A.)
Op. cit., n. 529, p. 370. (N. del A.)
Dice este crítico: «yo esperaba una galería de cuadros amables y cariñosos, aunque picarescos y cáusticos, pura, esencial y exclusivamente montañeses todos, de la región central de la Montaña». (D. Duque y Merino, «El sabor de la tierruca», en: El Día, Suplemento literario, Madrid, 7-8-1882.) (N. del A.)
El sabor de la tierruca, A. H. Clarke (ed.), Prólogo, p. 37. (N. del A.)
(M. Suárez Cortina,
Casonas, hidalgos y linajes. La invención
de la tradición cántabra, Santander, Universidad de Cantabria/Límite, 1994.) |
(N. del A.)
Op. cit., n. 512, p. 28. (N. del A.)
Efectivamente, el regionalismo de Pereda tiene un fuerte ingrediente anticentralista, lo que le granjeó las amistades de los círculos literarios catalanes, incluso antes de su viaje a Cataluña: «La fama de El sabor de la tierruca y Pedro Sánchez por lo que respectivamente encarnaban, al margen de méritos literarios, de exaltación a la región y de antimadrileñismo, lo situó en el frente anticentralista» (E. Miralles, «Pereda y los nacionalismos (regionalismos) peninsulares», en: Peñas arriba, cien años después, Santander, Sociedad Menéndez Pelayo, 1997, p. 207). (N. del A.)
L. Bonet, «Pereda, entre el regionalismo y la lucha de clases: crónica de un viaje a Cataluña», en Literatura, regionalismo y lucha de clases, Barcelona, Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona, 1983, p. 165. (N. del A.)
Es la carta 394 (21-VII-1901) del Epistolario de Valera y Menéndez Pelayo (1877-1905), M. Artigas y P. Sáinz Rodríguez, Madrid, Espasa-Calpe, 1946, p. 564. (En adelante citaré Epistolario). (N. del A.)
Es la carta 395 (29-VII-1901), Epistolario, pp. 565-566. (N. del A.)